ESTAMPA DEL SENDERO (No. 51)

VISITA AL ASHRAM SUAMOX. (Del 21 al 23 de sept. 2001)

El ashram Suamox está situado a cuatro horas de la ciudad de Bogotá. Al salir de Bogotá y al acercarnos a la ciudad de Sogamoso se presentó la lluvia como si el Aguador nos anunciaba buenos presagios.

Todo el trayecto se deslizó entre paisaje y belleza. Maestro dijo el Rev. Euclides Hernández, quién conducía el vehículo que nos transportaba, esa planta que ahí, me dijo señalando un árbol denominado Borrachero del cual extraen una droga muy poderosa que se denomina Scopolamina.

Tiene efectos muy especiales sobre la psiquis cuando se toma o se inhala, quien lo hace pierde el control de su voluntad y se somete a la voluntad de los demás. Cuando viaje en autobús, no acepte de algún extraño dulce o algo que se ingiera o se inhale, algunas que toman ignorantes esa planta, entregan sus pertencias a quien se las pide tranquilamente sin ninguna resistencia.

Nos instalamos felizmente en la residencia del Rev. Euclides. En la ceremonia Cósmica del sábado 22 de Septiembre, hice un contacto mental con varios lugares, con la ciudad de San Luis Potosí para desear éxito en la apertura de su H. Escuela Iniciática y de Gegnián y Yamín. Con la ciudad de Guadalajara y la ciudad de Uruapan, les deseo muchos éxitos en sus trabajos y actividades.

Les envío mi más sincera felicitación.

Nos desplazamos hacia el frente en una caminata ascendente hacia el Ashram de Suamox, donde ya está construida una pequeña palapa para la realización de disciplinas.

Entramos ritualmente y nos colocamos en círculo, luego dirigidos por el Rev. Hernando Contreras, hicimos práctica de yoga.

El arroz que quise hacer para el almuerzo al estilo de México fue un fracaso, se demoró tanto la preparación, que aún después de la meditación vespertina al momento de servirlo, estaba un poco duro.

Hace aproximadamente un año en este mismo lugar ofrecí hacer tamales al estilo mexicano, se habían guisado separadamente los ingredientes, me ausenté por unos minutos y alguién mezcló todo, fréjol, papa, soya , pimiento, etc. y aquello quedó que lo recordaré siempre.

Durante la Ceremonia Cósmica del Domingo, fueron entregados por los Rev. Euclides Hernandez. Y Hernando Contreras sus certificados de exaltaciones de Gegnián a igual número de R. Hermanos que se han hecho acreedores por su trabajo, dedicación y disciplinas, quienes serán honorificados para el 21 de marzo del 2002.

Los R. Hnos exaltados son los siguientes:

M.G. Nidia Inés Rodríguez Muñoz
M.G. Sergio Villamil Rodríguez
M.G. José Alfredo Moreno Ramos
M.G. Lidia Esthela Largo Santos
Aida Contreras Diaz
Joaquín Ricardo Waldmann

Les expreso mi felicitación y apoyo. Concluí la Ceremonia con estas palabras: "Hermanos, no vayan a ser afectados por la separatividad ni la suceptibilidad. Sea el más grande el mayor servidor de los demás, el orgullo extremo limita y se convierte en una dictadura y se aleja de los sublimes propósitos de la Iniciación.

Deben estudiar, vivir y practicar las enseñansas de Nuestros Maestres M.S.M.A. Dr. Serge Justinien Raynaud de la Ferriere y S.H.M. Dr. José Manuel Estrada, con ellas pueden llegar a lo más altos grados de evolución del Sendero.

Yo solo me considero un pequeño colaborador de su gran Obra.

No deseo que sean afectados por mis imperfecciones a ellos a quien deben seguir. Su Misión es muy importante para el equilibrio del mundo.

Deposito mi confianza en los Reverendos Hernando Contreras, Euclides Hernández y Ana M. Linares; ellos tienen la suficiente experiencia para apoyar sus acciones, sigan adelante con el apoyo y Luz de Nuestros Guías Espirituales.

Adelante con las labores.

Había un gran amor fraternal que se podía percibir.

Al regresar a Bogotá pasamos por un hermoso pueblecito lleno de árboles que dan diferentes flores cuyo verdor se oculta por tanta floración de tan diferentes colores.

En Tibasosa todo es limpieza y belleza .Recordaba la noche del sábado; el Rvdo. Hernando con su cuatro entonó un sin número de canciones rodeado de la hermandad. Al calor de la chimenea los demás hermanos con diferentes instrumentos musicales y palmear de las manos, daban ritmo al canto llanero, las risas y comentarios dieron el toque final antes de entregarnos al sueño.

Con mi amor de Maestro:

Gurú Pedro Enciso Ruvalcaba