UNA ESTAMPA
DEL SENDERO No. 1
TUNJA UN VIAJE MARAVILLOSO
De la ciudad de Bogotá a Tunja se hacen 2 horas de camino aproximadamente,
en automóvil; es lleno de verdor y los árboles parecen saludar cercanos
o lejanos, salpicado de casas y de belleza. La ciudad de Tunja es fría
y lluviosa durante casi todo el año, pero tiene una gran actividad.
Llegamos los R.Hnos. Gts. Hernando Contreras, Ignacio Murillo y yo,
almorzamos en un restaurante de la GFU L. Solar, atendido por la Resp.
Hna. Gts. Susana Cepeda quien nos atendió amablemente; a la mañana siguiente
el Rev. Francisco Barrera hizo una revisión de algunos aspectos de mi
salud, al final le manifesté mi agradecimiento.
Un gran monolito a manera de monumento parece vigilar el amplio parque
donde nos reunimos según la agenda, para un diálogo con “el anciano
de la tradición” (así fui presentado), en una palapa, 33 personas reunidas
compartimos y contestamos un gran número de preguntas, mucha juventud
asistió, se sentía la paz y el interés; finalizamos con la promesa de
regresar, como se dice tradicionalmente, mañana a la misma hora y en
el mismo lugar. Un pequeño lago lleno de leyendas se encuentra a la
entrada del parque. Según comentan este pequeño lago que no excede de
los 100 mts. De diámetro tiene una profundidad que no se ha podido determinar,
unos dicen que se conecta con un gran lago muy lejano, otros que atraviesa
el planeta, ¡que misterio!
El frio de la noche con notas de piano de las sonatas de Mozart llevaban
nuestras mentes al país de la magia. Las luces de los faroles difundían
su luz por el silencio de la noche, un sueño presuroso nos llenaba de
Paz…
Después del Ceremonial caminando por las limpias calles de la ciudad,
libros bajo el brazo o en mochilas rompiendo las hebras del frío los
presurosos estudiantes se dirigían a sus centros de estudio, al fin
llegamos a una estación de radio donde el Hno. Ignacio Murillo y yo
participamos en una audición radiofónica, en la cual se abordaron diferentes
temas, resaltando el nombre de Acción por la Unidad Mundial, al finalizar
el Resp. Hno. Ignacio hizo una invitación a una reunión, en idioma muisca
y español, que se haría por la noche.
Que gusto de saludarle¡ de igual manera dije estrechando la afable mano
del Dr. Alberto Rey y de su Sra. Esposa, la Sra. Graciela, en su confortable
residencia. Ellos son miembros retirados de la GFU Solar, ahora exploran
campos de misticismo religioso y teológico, son grandes personas, hubieran
crecido tanto iniciáticamente ¡Qué incomprensión, platicamos, convivimos,
quedamos de encontrarnos al siguiente día.
Los rayos del matutino sol llegaban dándonos un calor delicioso, estábamos
en un campo aledaño a la ciudad, desde la altura se dibujaban partes
de la ciudad y el campo, recorrimos una gran extensión para que pudiéramos
apreciar que actividades se podían desarrollar, finalmente la Dra. Claudia
Castro ofreció el lugar, para la realización de algunas actividades.
La Dra. da terapia a niños discapacitados (hipoterapia), su labor es
muy humana. ¡Tiene que subir a los caballos! dijo la Dra. ¿yo? Imposible,
le contesté, no importa ellos son muy mansos, los utilizamos para dar
terapia a los niños. Al final dialogamos con los papás de los niños,
impedidos de actuar como los seres humanos, en sus ojos había toques
de esperanza…
Verde tallo de maíz
Como de mujer morena
El corpiño que te ciñe
Guarda la leche materna
Que el sol madura y endulza
En tus pechos de sirena.
Fruto de mazorca tierna
Para la cosecha nueva
Es tu sonrisa maíz
Regalo de madre tierra
Para alimento del indio
Y de sus hijos que sueñan
Con luz de soles y auroras
Con amor, cosecha y tierra
Es tu dulzura maíz,
Leche de mazorca tierna;
Sonrisa de sol y luna
Leche materna de América
¡ la sonrisa de maíz
música de flauta y quena ¡
¿Le gusta mi poesía? ¡Claro! Le contesté a una mujer que ha ganado premios
de poesía, la Sra. María del Pilar Paramero que con gesto de amabilidad
me obsequió un pequeño morralito de ixtle bordado de colores. Estábamos
finalizando la reunión, donde los asistentes en su mayoría jóvenes preguntaron
de tantas cosas, sobre la Tradición de las etnias de México, sobre sexo,
sobre la juventud, etc. Aunque he sido presentado ante Uds. Como anciano
de la tradición, también he recibido el 4º. Grado de Iniciación Real,
les aclaré.
La lluvia acentuaba el frío de la noche, pero el calor humano nos animaba
a seguir. En el mágico parque “Pozo de Donato” el gran monolito de la
tradición Muisca se elevaba sobre nuestras cabezas. Este ejercicio a
las 7 direcciones se hace al amanecer, comenté a la nutrida concurrencia,
pero lo haremos a manera de ejercicio. Resonaron los caracoles, adornaron
su canto numerosos instrumentos y en la solemnidad de la noche y con
la suave lluvia cayendo como brisa, finalizamos la reunión.
El anciano soñaba, la poesía, el diálogo, las luces invitaban a la reflexión.
El Hno. Ignacio y yo atravesamos la amplia plaza principal de la ciudad
de Tunja, desde temprano la lluvia se deslizaba en un baile de cristal
que nos hacía apurar el paso, frente de la catedral. En un salón proporcionado
por la Sra. Esperanza Gómez realizamos el Ceremonial Cósmico, preguntas,
intervenciones, ¿cuándo regresa?, no lo sé, el Gurú es como las hojas
que el viento lleva… adonde?
La aromática tisana endulzaba nuestro paladar y su calor calentaba nuestros
huesos.
¡ Ay Ay Ay Ay Ay como me gustan las olas,
Ay Ay Ay Ay Ay las olas de la laguna…
¡ Música mexicana! Le comenté al afable Dr. Alberto Rey, si contestó
el Hno. Ignacio, en Colombia a la gente le gusta mucho, se convina con
la música llanera, el autobús se deslizaba por la carretera en dirección
al poblado de Paipa; el Dr. Alberto Rey debía atender su trabajo, lleve
al Maestro a los termales azufrosos de la Hacienda del Salitre, en las
afueras de Paipa, por mi cuenta y por prescripción médica, comentó el
Dr. Rey al Hno. Ignacio, nos encontramos al regreso en casa de los Sres.
Guarín.
La Hacienda era llena de colores de las flores, la alberca era calientica
como se dice por estos lugares, solo una familia de alemanes descansaba
plácidamente.
¡ Delicioso chocolate ¡ dije después de dar un sorbo y hay pastel dijo
la Sra. Guarín ¿puede tomarlo? Bueno no está dentro de mis abstinencias
le contesté. El Maestro viene de México dice el Dr. Rey ¿de que parte?
Bueno nací en Aguascalientes pero he vivido en varias ciudades, León.
México, Guadalajara, pero sobre todo en Monterrey. Ah Monterrey dijo
el Sr. Guarín… si ya sé, tiene fama de muy conservador, pero no es verdad,
al contrario, sus habitantes en general son muy espléndidos. Le contaré
una anécdota le dije: a un regiomontano al ir al baño se le cayó una
moneda de veinte centavos, yo por un veinte no meto la mano dijo para
sí y tomando un peso lo echa en la taza, diciendo ¡ pero por uno veinte…
reímos, ¿cuándo regresa? No sé dije con cierta nostalgia solo el destino…
Le presento a los hermanos monjes amarillos dijo el Dr. Rey, al entrar
a su residencia, mucho gusto contesté estrechando la mano de un hombre
y dos mujeres vestidos con hábitos como de franciscanos; entre aromáticas,
tisanas y pastelitos dialogamos hasta avanzada la noche; ya es tarde
dije al Hno. Ignacio, recuerde lo que acordamos dijo el Dr. Rey, de
continuar comunicándonos, deseo saber como sigue de salud, tenemos que
volver a vernos, así lo espero. Hno. ha sido tan agradable conocerlo,
estaremos en contacto.
Regreso a Bogotá, la sabana se extendía en cuadros de diferente verdor,
los animales parecían como hojas dispersas en los campos. Al siguiente
día la nostalgia, los recuerdos, decía Kant “El corazón tiene razones
que no conoce la razón”. PAX…
Gurú Pedro Enciso Ruvalcaba.